Era un viernes por la tarde. Hacía calor. El sol calentaba. Te quedabas pegado a la silla y se te formaban charcos de sudor bajo los sobacos. Se podía freír huevos en las piedras.
Bonifacio salía de su entrenamiento de golfrima (mezcla entre golf y esgrima). Había quedado con Panchita, su amiga desde que era un renacuajo. Un moco, vamos.
Iban a un concierto de Juan Direction, pero antes iban al cine a ver "Sin el sajo", película con la que estaban obsesionados tras leerse el tercer libro de "Los Juegos de la Sed".
El concierto empezaba a las nueve y dos minutos, y mientras iban hacia allá se encontraron con Josh Hutcherfather que hacía de Peeta Pan en los Juegos de la Sed. Le gritaron en la cara que eran superfans, que les encantaba "Peenis" (de la peli), que querían sus hijos, que su boda sería en Hawai y otras cosas.
Josh escapó y ellos siguieron su camino. Se encontaron con Jeffiana, una chica filipina del cole, que les iba a acompañar hasta donde era el concierto, pero cogieron un camino equivocado, y llegaron a la calle de Narnia. Allí había un a tienda de armarios llevada por una familia de pelirrojos llenos de pecas. Había una tele, y estaban dando Fineas y Pherb: capítulo especial del Día del Ornitorrinco.
Los pelirrojos los secuestraron, y los escondieron en el sótano, donde había una araña enorme, que se los intentó comer, pero por suerte Bonifacio llevaba un insecticida encima (tamaño XL) y la mató. Vieron que había un tunel secreto tras la pared, y se internaron en él.
Se encontraron en una habitación, una especie de estudio de grabación, y allí estaba McMosquito, un grupo que les encantaba, y Jeffiana se desmayó de la emoción. Los miembros de McMosquito se quedaron muy sorprendidos al verles allí, porque habían llegado como por arte de magia.
Después de un rato hablando, los miembros de la banda decidieron adoptarles y llevarles en su tour por Australia.
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